Los habitantes de Indiana se alarmaron. El pasado diciembre, una publicación en las redes sociales aseguraba que dos leones se habían escapado del zoo de Indianápolis. El mensaje incluía una foto de leones que se paseaban de noche. En pocas horas se había compartido más de 20,000 veces.
Pero era falsa. El zoo explicó que no se había escapado ningún animal. En realidad, la foto se había tomado en 2015, en Sudáfrica.
La publicación es uno de los innumerables ejemplos de desinformación en Internet. Se trata de información falsa o inexacta que pretende engañar a la gente a propósito.
Nunca ha sido tan fácil crear y compartir contenidos en Internet. Cualquiera puede editar fotos, videos y clips de audio, o crear otros totalmente nuevos que parezcan reales.
Esto dificulta la detección de las falsificaciones. Según una encuesta reciente, solo el 23 % de los adultos afirma sentirse muy seguro de poder identificar información falsa.
Esto es un problema, porque no todos los contenidos falsos son inofensivos. A menudo su objetivo es engañar a la gente para que piense o actúe de una manera determinada.
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a distinguir la realidad de la ficción.