Ayuda a los necesitados

Courtesy of family

Leo Bonilla recolectó unas 3,000 libras de alimentos en una campaña de donación de comida el pasado abril.

Leo Bonilla se siente afortunado de que la cocina de su familia siempre está llena de comida. Por eso, este niño de 11 años de Algonquin, Illinois, se ha fijado como misión ayudar a personas con menos suerte. 

Unos 47 millones de estadounidenses sufren inseguridad alimentaria. Eso significa que no siempre tienen acceso a suficiente comida saludable y a un precio asequible.

Leo se enteró de este problema durante la pandemia del COVID en 2020. Vio un reportaje en la TV que mostraba a familias que hacían largas filas para recibir comida.

“No sabía que había tanta gente sin comida —recuerda Leo—. No es justo, así que quise ayudarlos”.

Leo preguntó a sus padres si podía ayudar a familias con problemas donando todo su dinero: $22. Ellos le dieron permiso y aportaron la misma cantidad. Luego, Leo y sus padres pidieron a familiares y amigos que también contribuyeran. En poco tiempo habían recaudado unos $1,500. Decidieron donar el dinero al banco de alimentos D300, que proporciona comidas a familias necesitadas de la comunidad de Leo.

Marcar la diferencia

Pero Leo no se quedó ahí. También decidió organizar campañas de recogida de alimentos en su barrio y escuela. Para animar a los estudiantes a donar, este alumno de sexto grado convirtió estas campañas en concursos para ver qué clase conseguía reunir más cereales, pasta, verduras enlatadas y otros bienes básicos. Hasta ahora, Leo ha recogido unas 11,700 libras de alimentos para el D300. También ha ayudado a recaudar más de $10,000 para el banco de alimentos.

Leo espera inspirar a otros niños a ayudar a los necesitados de sus comunidades. 

“Piénsalo —dice—. Si no tuvieras comida, ¿no querrías que la gente te ayudara?”.